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lunes, 11 de abril de 2011

VENECIA, UN SUEÑO


Marta García Denche

Venecia, ciudad encantada, de alma cristalina y original belleza. Navegamos por sus canales, paseamos por sus numerosos puentes y nos zambullimos en la magia de sus aguas. Venecia es una ciudad que destila romanticismo. Sin duda, la mejor forma de sumergirnos en su encanto es a bordo de una góndola. Para llegar a la “ciudad de los canales” debemos coger un vaporetto desde Piazzale Roma hasta la Plaza de San Marcos. Para ello, tenemos varias opciones: se puede comprar un billete sencillo para un solo viaje; o bien adquirir un pase que permita varios viajes en un periodo determinado de tiempo.
Una vez en la  Plaza de San Marcos, veremos que nos encontramos ante una ciudad muy transitada, habitada por numerosos turistas en la que revolotean abundantes palomas. Estamos en la parte más baja de la ciudad, frecuentemente inundada cuando se desatan tormentas. En ella destacan el Campanille, la torre más alta de la ciudad, y la Basílica de San Marcos,  de belleza espectacular e influencia bizantina en la que se integran varios estilos arquitectónicos. La entrada a la basílica es gratuita por lo que es aconsejable su visita.
Si queremos hacer una ruta turística veneciana, la mejor opción es coger una góndola. El precio ronda los 80 euros por 40 minutos de recorrido, pero varía en función del tipo de góndola y duración del viaje. Los más románticos pueden optar por escuchar una bella serenata mientras se deleitan con el paisaje vespertino desde las aguas venecianas.
Como Venecia está compuesta de innumerables islas, estas se unen entre sí a través de puentes, absolutamente necesarios para poder sortear la gran cantidad de canales que hay en la ciudad.  A poca distancia de la Plaza de San Marcos, nos encontraremos con el Puente de los Suspiros, que une el Palacio Ducal con las antiguas mazmorras de la prisión. Llamado así por los suspiros que debían lanzar los prisioneros que veían desde ese lugar y por última vez el mar y el cielo mientras lo atravesaban para ingresar en prisión.
Según avanzamos, llegaremos al Gran canal, que, como su  nombre indica, es el canal más grande de toda Venecia donde se encuentra el Puente de Rialto, el más antiguo de los cuatro que cruzan el Gran canal y centro económico más importante de Venecia durante décadas e indispensable para acceder al mercado más famoso de toda la ciudad, el mercado Rialto, famoso por sus pescados, frutas y verduras frescas.


Típicas máscaras venecianas

Una de las ventajas de Venecia es que, como es pequeña, se puede recorrer fácilmente, caminando por sus calles, cruzando sus canales y atravesando sus plazas sin tener que preocuparse por el tráfico. Al adentrarnos en el corazón de la ciudad, podremos disfrutar de su gastronomía y visitar sus curiosas tiendas. Lo más típico de Venecia son las máscaras, pero también encontraremos tiendas singulares en las que venden pomos y tiradores de puertas desde los que se utilizaban en el año 1700 hasta los más modernos; o pantallas de lámparas hechas con seda plisada.

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